La memoria es limitada y recuerda escasamente los hechos recientes. Así ha ocurrido con el edificio
de la Alhóndiga de El Barco de Ávila, edificio relevante del siglo XVI, que para el imaginario
colectivo está asociado a una fábrica de harinas construida en los años veinte del siglo pasado. Algo
parecido ocurre con el Hospital de San Miguel, otro importante edificio histórico de El Barco, cuyo
recuerdo como antiguo y pionero hospital, ha sido sustituido por el de Residencia de Ancianos de la
Plaza de las Acacias, de uso más reciente.
Existen ciertos elementos que han contribuido a la confusión sobre la historia del edificio de la
Alhóndiga. Para la mayoría de los habitantes se le asocia con el último uso que tuvo el edificio
como Fábrica de Harinas desde 1920 aproximadamente, que ha ocultado su uso original, como
Alhóndiga, durante más de trescientos años y ha borrado su recuerdo.
De alguna forma, se había impuesto la idea de que el edificio de la Fábrica se había levantado, a
comienzos del siglo XX, sobre los restos de una antigua alhóndiga, bien levantando un nuevo
edificio en su solar o bien añadiendo una altura al antiguo edificio. Varios expertos han sido de esta
opinión.
1-1.- JOSE LUIS GUTIÉRREZ ROBLEDO
José Luis Gutiérrez Robledo en su libro El Barco de Ávila Arquitectura y Arte (Imprenta Marcam
Ávila 2004) hace un profundo estudio documental del edificio de la Alhóndiga, pero incurre en el
prejuicio de la reutilización del antiguo edificio para la ubicación de una fábrica de harinas y
sugiere que se construyó una segunda planta vinculada a la creación de la fábrica.
Interpreta el remetido de la fachada superior como un indicio de que se hubiese añadido una planta
cuando se hizo la fábrica.
Gutiérrez comenta:
“En el cuerpo bajo del edificio de la fábrica de
Harinas, aún pueden rastrearse los elementos
de la arquitectura de la antigua Alhóndiga: la
muralla de la Villa, los esquinales de sillería y
la gran puerta con una inscripción de difícil
lectura […]
El cuerpo superior dispuesto en releje,
remetido mínimamente ya debe pertenecer en
lo fundamental a la reforma para la fábrica
de Harinas”
En su descripción de la alhóndiga incluye una
transcripción de la inscripción del dintel que,
aunque incompleta, proporciona la fecha exacta de la construcción de una alhóndiga en 1587. Esa
primera transcripción ha sido un acicate fundamental para abordar la transcripción completa del
texto.
1-2.- MAQUETA DE EL BARCO DE ÁVILA DEL SIGLO XVIII
Contribuyó a la confusión sobre el tamaño del edificio la
elaborada maqueta de El Barco de Ávila en el siglo
XVIII realizada por Luis Gutiérrez Gómez, que se exhibe
en el vestíbulo de la biblioteca de la antigua Cárcel de El
Barco, donde se representa la Alhóndiga con una sola
planta, lo que estaría en consonancia con el supuesto de
que se habría añadido una planta más al hacer la Fábrica
de Harinas. No sabemos en base a que se tomó esta
decisión sobre la forma del edificio.
La excelente labor de divulgación de esta maqueta, unida
al prestigioso sitio donde está expuesta, ha contribuido a
oficializar ese error sobre el primitivo edificio, ya que si en el siglo XVIII tenía una sola planta, lo
mismo tenía que ocurrir en el momento de su construcción en el siglo XVI.
1-3.- LOS RÓTULOS DE LA FÁBRICA
La rotulación publicitaria de la Fábrica de Harinas, que ha estado en el edificio durante más de
noventa años, ha contribuido a consolidar, día a día, el carácter de fábrica en la mente de los
vecinos, mientras que el recuerdo de la antigua alhóndiga se fue borrando.
1-4.- LA PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN
Otra circunstancia que ha contribuido a la desvinculación con el edificio original ha sido el cambio
del nombre de la plaza: de plaza de la Alhóndiga por el de plaza de la Constitución. Si la
Fábrica de Harinas había ocultado su pasado como alhóndiga para los vecinos de la localidad, el
cambio de nombre de la plaza acabó con ese débil vínculo del edificio con su pasado. En otras
poblaciones ocurrió lo contrario: desapareció el edificio y permaneció la toponimia de calle o plaza
de la Alhóndiga.
1-5,- ESPACIO CULTURAL
Por último en 2007 – 2008 se efectúa el Espacio Cultural de El Barco de Ávila (Obra social de la
Caja de Ávila) en el edificio de la Alhóndiga. Para esta fecha el recuerdo de la Alhóndiga se ha
perdido completamente. El arquitecto Manuel Sanz Sanz acomete una brillante rehabilitación del
edificio, pero sin hacer mención a sus especiales valores históricos.

En las normas urbanísticas de El Barco de Ávila
del 2006, el edificio de la Fábrica de Harinas
figura en el catalogo de Edificios Singulares con
el grado de protección Ambiental, que es menos
restrictiva que otras calificaciones. Permite, por
ejemplo, abrir nuevos huecos en fachada, y, de
hecho, se añadieron dos nuevas ventanas en la
fachada izquierda, en la entreplanta del edificio
rehabilitado.
El nombre que dio a su proyecto fue el de:
ESPACIO CULTURAL EN LA ANTIGUA
FABRICA DE HARINAS
Obra social de la Caja de Ahorros de Ávila
En la introducción de la memoria del proyecto se
incluye una mínima referencia de la historia del
edificio, que no va más allá de mencionar su
carácter de fábrica sin ubicación temporal:
“El edificio fue una antigua fábrica de harinas, llevando muchos años fuera de uso, se
encuentra con las edificaciones necesarias para el fin a que fue concebido, no habiendo
tenido ningún uso posterior”.
2.- LA ALHONDIGA EDIFICIO DE DOS ALTURAS EN 1587
2-1.- El MURO SURESTE DE LA ALHONDIGA
La fachada sureste de la Alhóndiga, o fachada lateral derecha, constituye una prueba muy
importante de que el edificio anterior a la Fábrica de Harinas tenía dos alturas.
Su superficie esta sin revoco, por lo que aparecen a la vista sus materiales de construcción y las
técnicas constructivas. El muro es de mampostería de piedra local de tamaño medio, de diversas
tonalidades ferruginosas y trabada aparentemente con mortero de cal. En las esquinas se emplean
potentes sillares de granito de más de medio metro de longitud, que dan solidez al edificio.

En su superficie aparecen una serie de
huecos, en ambas plantas, que
responden a la técnica de construcción
de mechinales, que era un sistema de
andamiaje con vigas pasantes en el
muro, cuya retirada dejaba esos huecos.
Un ejemplo próximo con esa técnica
constructiva se encuentra en el convento
de los Padres Trinitarios de Hervás, con
fecha de 1664. Esta técnica de
andamiaje fue cayendo en desuso con el
paso del tiempo y con los nuevos
avances tecnológicos y sería extraña en
el siglo XX.
Existe continuidad de los materiales
constructivos en las dos plantas: Los
mismos paramentos de mampostería en sus superficies, el mismo tipo de granito en los sillares que
conforman las esquinas y la puerta principal, y la misma técnica de mechinales en ambos lugares,
por lo que debemos concluir que todo ese muro sureste se hizo de una sola vez.
Para situar la época en que se construyó, Nicolás de la Fuente Arrimadas, en su Historia del
Barco de Ávila publicada en 1925, ofrece una descripción de este muro de la Alhóndiga que aclara
bastante.
Nicolás de la Fuente dedica varias páginas a la historia y vicisitudes de la Alhóndiga. Su relato no
incluye la conversión del edificio en una fábrica de harinas, que fue concluida en torno a 1920.
Refiriéndose a la GUERRA DE INDEPENDENCIA, en la pág. 154 cita:
“En 1809 las tropas del general Hugo ocuparon la alfóndiga con todos sus depósitos de
grano, y además almacenaban en ella los que traían de Cáceres y Alba.
Después la convirtieron en fortín, abriendo las aspilleras que aún hemos conocido…”
Aquí Nicolás de la Fuente se equivoca al identificar los huecos de la fachada con aspilleras
vinculadas a acción militar. Las aspilleras defensivas, efectuadas en momentos de tensión y
premura, no tendrían un cajeado externo ni una precisa ordenación en vertical y horizontal.
Sin embargo, Nicolás de la Fuente nos viene a decir que, en los años veinte, ya existía ese muro
de la antigua alhóndiga, con huecos en su superficie, identificable con el actual. Por lo que ese
muro de dos alturas ya estaba antes de la implantación de la Fábrica de Harinas.

El muro de la cara sureste tiene una ventana que se ve que no
formó parte del primitivo edificio ya que, a diferencia con los
huecos de los mechinales, se observan los desperfectos que se
produjeron para su apertura y que fueron torpemente rematados
con ladrillo, usando, además, un dintel de madera poco selecta.
En 2007, con motivo de la rehabilitación del edificio para hacer
el Centro Cultural, se derribó una pequeña construcción adosada a la muralla y a la parte alta de la
fábrica. Al derribarse su tejado, dejó al descubierto un fragmento de la fachada posterior donde
se apreciaba la técnica de mechinales comentada anteriormente, lo que apunta a que esa técnica
estaba extendida a todo el edificio.
2-2.-RETRANQUEO DEL MURO
Otra curiosidad que ofrece el muro de la fachada derecha de la Alhóndiga es que tiene un leve
retranqueo en la planta superior. Es una solución constructiva que responde más a una elección de
diseño que a un condicionante funcional. En el propio Barco tenemos el ejemplo de la torre de la
Iglesia, donde los tres cuerpos que la componen también tienen ligeros retranqueos.
Esta pequeña diferencia en las alineaciones de las fachadas de la plata baja y superior, sugirió a
algunos estudiosos que la planta superior pudiese ser consecuencia de una ampliación del edificio,
al ubicar la Fábrica de Harinas en el siglo XX.
Hemos visto, al estudiar el
muro de la fachada derecha, que no pudo ser así, debido a la unidad de
materiales y de técnicas constructivas (mechinales) en ambas plantas.
Las otras tres fachadas están revocadas con una gruesa capa de mortero,
pero se aprecia el mismo retranqueo en las fachadas, por lo que se deduce
que no solo la fachada derecha debe considerarse construida de una sola
vez, sino, también, las otras tres fachadas.
Es decir, todas las fachadas
del edificio actual se habían construido de una sola vez y son las que
ahora contemplamos.
Refuerza la conclusión anterior: el edificio tenía dos plantas cuando
se hizo la Fábrica de Harinas.
2-3.-NICOLAS DE LA FUENTE ARRIMADAS TESTIMONIO INDIRECTO
Nicolás de la Fuente, con su obra publicada en 1925 que es contemporánea de la creación de la
Fábrica de Harinas, nos proporciona de forma indirecta otra prueba de que no se levantó o se rehízo
ese edificio. La Fábrica de Harinas fue construida en torno a 1920, por lo que una alteración tan
drástica como la elevación de una nueva planta al edificio no podría ser ignorada por Nicolás de la
Fuente. El silencio de Nicolás de la Fuente sobre la Fábrica de Harinas recién implantada,
debe interpretarse como que no hubo una alteración significativa en el exterior del edificio
mientras estaba documentando y escribiendo su libro.
2- 4.- LA FABRICA DE HARINAS DE PELERÍN PÉREZ
El edificio de la Alhóndiga construido en 1587 constaba de dos plantas, llegó prácticamente intacto
al siglo XX y fue el que sirvió para la ubicación de la Fábrica de Harinas de Pelegrín Pérez Moreno.
Para la instalación de la fábrica se haría una reforma interior que posibilitara la instalación de la
maquinaria pero no se alterarían esencialmente sus fachadas. La Fábrica de Harinas ha formado
parte del paisaje urbano de El Barco hasta fecha reciente. Estuvo en uso alrededor de cincuenta
años. Se creó a comienzo de los años veinte y cerro su producción en los años setenta.
Su rotulación:
Fachada Principal
HARINERAS DEL TORMES/
FABRICA DE HARINAS PELEGRIN
PEREZ MORENO
Fachada posterior
FÁBRICA DE HARINA POR
CILINDROS SISTEMA DAVERIG Y
MOLINOS PARA PIENSOS.
José Luis Gutiérrez, en su libro de
historia: El Barco de Ávila
Arquitectura y Arte, hace referencia a
un documento sobre el registro de
propiedad del edificio de la Fábrica de
Harinas cuando se produce el cambio
de titularidad.
Archivo Histórico Provincial de Ávila / catastro Fiscal 1923/ signatura H 9318/ exp nº7
En el documento inicial de dicho expediente, que tiene fecha de 1921, figura que el edificio ya está
dedicado a fábrica de harinas y que consta de dos plantas:
EDIFICIOS Y SOLARES
Clase de finca:
Fabrica destinada a fabricación de harinas
Su situación por la entrada Principal:
Plaza de la Alhóndiga nº 8
Se compone de planta baja y principal (pral.) con huerto adyacente
Nombre del dueño de la finca
D. Pelegrín Pérez Moreno /calle mayor nº19
Copropietarios D. Justo, D. Luis y D. Gustavo Albi
Otro documento del expediente, con fecha de 1923, aporta otros datos adicionales sobre la forma
externa del edificio y detalles de su construcción:
Ministerio de Hacienda
Servicio del Catastro de la Riqueza Urbana
Finca situada en Plaza de la Alhóndiga nº 8
Propietario Pelegrín Pérez Moreno.
Linderos:
Por la derecha entrando: Francisca Moreno
Por la Izquierda: vía pública
Por el fondo: Carretera de Béjar
Superficie cubierta: fábrica ……….292
Superficie cubierta: dependencias: 429
Superficie descubierta: ……… 2,700
Superficie total………………….3,421 m2
Longitud de las líneas de fachada: 14, 50 m + 20,20 m (planta 292 m2)
Nº de huecos de luz al exterior 13.
Descripción de la Finca: Consta de un pabellón de planta baja y principal destinado a la
fabricación de harinas; varias crujías de planta baja destinados a almacenes y corrales.
Materiales y sistemas de construcción empleados:
Fachadas revocadas, lienzos interiores en blanco. Pisos de madera en la fábrica y cemento
en almacenes. Entramados horizontales de tablón, armadura de madera, cubierta de teja
árabe.
Servicios accesorios: Luz eléctrica
En Barco de Avila 17 de junio de 1923
El documento del registro de propiedad hace mención a trece huecos de luz, o ventanas, en
todo el edificio, que podrían ser los de la primitiva alhóndiga: la puerta y nueve huecos en la
fachada principal (suroeste) y cuatro en la posterior (noreste). En la fachada izquierda no
existirían ventanas, ya que antiguamente no había calle, sino una propiedad particular.
El registro de propiedad de la Fábrica de Harinas de Pelegrín Pérez describe un edificio que
coincide con lo que se propone en apartados precedentes sobre la altura del edificio del siglo XVI.
La fábrica tenía dos alturas en 1921 y nada hace sospechar, en esta documentación, que el
edificio hubiese sido alterado por el levantamiento de una nueva planta o por la construcción
de un nuevo edificio de dos plantas.
Sobre la fecha de la implantación de la Fábrica de Harinas. Isidro Muñoz autor del libro
Riquezas Patrias, publicado en 1918, nos proporciona detalles adicionales sobre la datación de
la fábrica. En la página 41 de su libro describe la “Población Fabril” de El Barco de Ávila. Habla
de dos fábricas que producen electricidad mediante aguas del rio Tormes y a su vez fabrican
harinas: la Electra Barcense y el Molino del Bravo.
En ese mismo apartado describe a Pelegrín Pérez como un hábil comerciante exportador de judías
de la localidad que: “Actualmente tiene el negocio tan perfectamente montado que, unido a esto y
al prestigio de su firma en el mercado, ha conseguido introducir su marca en los principales
mercados de España”. No dice nada de su fábrica de harinas por lo que hay que suponer que en
1918 no se no se había creado, por lo que la fecha de la implantación de dicha fabrica cabria
situarla en torno a 1920 con poco margen de error.
2- 5.- FOTOGRAFIA ARCHIVO JOSÉ PALOMAR. AÑOS VEINTE
En el archivo de José Palomar, o Fototeca Municipal de El Barco de Ávila, existe una fotografía,
tomada desde la Plaza de Toros, que describe el norte de la villa. En ella aparece la puerta de la
Horcajada y, a su izquierda, asomando sobre la muralla, la Alhóndiga, de la que se aprecian sus
fachadas derecha y posterior. En la fachada posterior aparecen las cuatro ventanas que existen
en la actualidad y que se corresponderían con las que tendría en 1923 según el documento del
registro de propiedad, donde se mencionan un total de 13 ventanas: nueve en la fachada principal
y cuatro en la posterior. En la foto aparece una nueva ventana, que no existía en 1923. Se trata
de la ventana de la fachada derecha de la que ya hemos comentado algo. Esta ventana estaría
relacionada con la adaptación del edificio para uso de fábrica de harinas


La existencia de esa ventana en la foto sirve para situar la fotografía como posterior a 1923,
en base al número de ventanas del edificio.
La fotografía describe el edificio adaptado a la Fábrica de Harinas, con catorce ventanas y la
fachada posterior, encalada, conteniendo el rotulo publicitario de la fábrica.
2- 6.- LA VENTANA DE LA FACHADA SURESTE (FACHADA DERECHA)
Sabemos, por lo dicho anteriormente, que esta ventana, que existe en la actualidad, se construyó en
fecha posterior a 1923. Es la que aparece en la foto de la colección de José Palomar y se
corresponde con las reformas que se hicieron tras el establecimiento de la Fábrica de Harinas.
Constituye una prueba más de que no se levantó una nueva
planta para la fábrica, sino que se abrió un hueco sobre un
muro ya construido y no sobre uno nuevo. Por eso aparece el
hueco con desperfectos que se rellenan de forma descuidada con
ladrillos.
También deben considerarse posteriores a 1923, y por tanto
relacionadas con la Fábrica de Harinas, las otras cinco
ventanas que existían en la fachada izquierda antes de la
remodelación del Espacio Cultural en 2007.
La ventana del muro derecho constituye, ahora mismo, un
vestigio de la antigua Fábrica de Harinas, junto con otros
elementos conservados en su interior.
2- 7.- OTRAS ALHONDIGAS CON DOS ALTURAS
La presunción de que la Alhóndiga de El Barco de Ávila tuviera originalmente dos plantas viene
respaldada por la existencia de otras alhóndigas en las que se da esta circunstancia. Recurriendo a
ejemplos del entorno próximo podríamos citar las alhóndigas de: El Puente del Congosto, Plasencia
y Coria.
3.- CONCLUSIONES
El edificio que ocupa actualmente el Centro Cultural de El Barco conserva, en esencia, las
mismas fachadas que la primitiva Alhóndiga construida en 1587, durante el reinado de Felipe
II, pues no hubo ampliación del edificio para la creación fábrica de Harinas en 1920 (aprox.).
La fachada principal no ha sufrido modificación alguna en cuanto a tamaño y posición de sus
huecos. Es de composición simétrica y tiene en planta baja la puerta principal centrada y dos
ventanas a sus lados y en la planta superior cinco ventanas, alineadas verticalmente con los cinco
huecos mencionados. Únicamente el revoco y algunos detalles nos separan de su aspecto original.
La fachada posterior consta de 4 huecos,
de los cuales, tres coinciden en medidas
con los nueve de la fachada principal. El
cuarto hueco es de dimensiones
superiores a los demás, asunto sobre el
que es aventurado pronunciarse.
Las fachadas laterales no tenían
ventanas en el edificio original, pues la
fachada lateral izquierda era medianería
con una propiedad privada y la fachada
lateral derecha tiene la ventana
mencionada que se ve, por su
construcción, que es añadida.
Se puede concluir que el edificio del Espacio Cultural de Caja de Ávila mantiene,
básicamente, las fachadas de la alhóndiga del siglo XVI, salvo las ventanas de las fachadas
laterales añadidas en el siglo XX con las reformas de la Fábrica de harinas y del Espacio
Cultural.
La fachada derecha, preserva, milagrosamente, la textura de mampostería y los huecos de
mechinales del edificio original.
La inscripción que preside el dintel de la puerta en la fachada principal, nos vincula con el
edificio de la Alhóndiga y con la época y la sociedad que la creó.
REYNANDO EN CASTILLA DON PHELIPE II Y SIENDO DVQVE DE ALVA DON ANTONIO DE TOLEDO
COREGI/DOR DE ESTA VILLA E N EL DOMINIO Y REGIDORES JVAN DEL VADO SALAZAR ALCAYDE
Y FRANCIS/CO DE TORTO LES Y JVAN DE BARRIENTOS Y PEDRO DE MORETA MALDONADO Y
BARTOLO/ME DE RIBADENEYRA SE HIZO ESTA C[ASA] PARA EL ALFONDIGA DE ESTA VI/LLA AÑO
DE MDLXXXVII A[ DN] S (Año De Nuestro Señor?) (AÑO 1587).
Se considera muy apropiado el uso como Centro Cultural que se ha dado al edificio y muy
afortunado proyecto de rehabilitación efectuado. La Alhóndiga debería considerarse como uno
de los edificios públicos de mayor relevancia histórica de El Barco de Ávila, a un nivel similar
al de la antigua Cárcel de El Barco. La condición de Bien de Interés Cultural con la categoría
de Conjunto Histórico, que tiene el municipio, se reforzaría con el reconocimiento de los
valores de este edificio. Por otra parte, quizás habría que revisar el tipo de catalogación en la
normativa urbanística correspondiente a esta edificación.
La Alhóndiga de El Barco de Ávila precisa de labores de divulgación para recuperar su
recuerdo y hacer justicia con su valor histórico. Así lo han hecho alhóndigas de localidades
cercanas, como la de Coria, convertida en la Biblioteca de Sánchez Ferlosio, la de Arévalo,
convertida en Biblioteca de la Alhóndiga, o la de Plasencia también convertida en biblioteca, que
constituyen valiosos referentes de divulgación histórica de estos edificios singulares.
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